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Queridos Amigos,
Os agradezco de todo corazón vuestra presencia, vuestra
acción y vuestra oración a lo largo de estos cinco
últimos años. Con vosotros, nunca estoy solo. Gracias
a vosotros, la diócesis de Partenia no ha podido caer
en el olvido. Empieza una nueva etapa portadora de esperanza.
Es una buena noticia que alegra a muchos. Fluyen los testimonios,
marcados por la emoción. Una religiosa escribe: "Es
el día más feliz de mi vida."
Pongo en vuestro conocimiento los textos de las dos cartas
del intercambio.
Vivamos con alegría estos tiempos de comienzos en el
que presentimos que muchas cosas son posibles todavía.
Fraternalmente,
Jacques GAILLOT
Obispo de Partenia |
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Querido Jacques,
El 13 de mayo nos veremos en Lión. Me alegro de que
hayas podido responder a nuestra invitación y que estés
con nosotros en ese momento en el que, junto a nuestros hermanos
cristianos, escucharemos juntos la Palabra de Dios.
Creo que la proximidad de este encuentro puede ser una oportunidad
para expresar la comunión que vivimos a lo largo de los
días. Lo que ocurrió hace poco más de cinco
años, dejó una herida, para ti el primero, pero
también a los obispos de Francia, aunque todos no compartan
forzosamente la misma apreciación del pasado.
De acuerdo con el Consejo Permanente y a la luz de los contactos
que varios obispos y yo mismo tuvimos contigo, quiero asegurarte
con toda sinceridad nuestra comunión en la fe y en el
servicio del mismo Evangelio.
Unos y otros nos esforzamos en servir, y servir a los pobres.
Tú mismo, das testimonio cada día de esta voluntad.
Lo haces con la libertad de compromiso que te caracteriza, y
de una forma diferente a nosotros. Pero lo importante es que
los católicos y, quizá más ampliamente,
la opinión pública sepan que la comunión
que nos une como hermanos es real, incluso si la vivimos de una
forma particular. Me alegraría, claro, si me dijeras que,
por tu parte, estamos de acuerdo en esto.
Cada vez que tenemos una oportunidad, concelebramos juntos
en la única Mesa de la Eucaristía. Más allá
de las decisiones tomadas, más allá de las tensiones
de una situación que resulta difícil, eres siempre
nuestro hermano en el Episcopado.
Muy fraternalmente,
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Querido Louis-Marie,
La expresión de comunión del Consejo Permanente
y de ti mismo reconociendo lo que estoy viviendo con los excluidos
me conmueve profundamente y alegrará a muchos: tanto a
quienes no han dejado de pedir este gesto de solidaridad como
a quienes ya no lo esperaban. Uno de ellos expresa con satisfacción:
"Que los pobres tengan el derecho de encontrar una dignidad
a través de ti. Que seas reconocido para ellos".
La decisión de Roma, en enero del 95, provocó
efectivamente una oleada de incomprensión y dejó
heridas a los cristianos y los no cristianos. No olvido a los
obispos que sufrieron. Pero ello me dio la posibilidad de convertirme
"en otra forma de obispo" y de caminar innovando, con
la pasión del Evangelio por los extra muros. Partenia,
diócesis sin fronteras, se convierte en un espacio de
libertad para los ""sin".
Me alegro de ver a los obispos de Francia acoger nuevos caminos
para la misión, sin intentar meterme en los marcos administrativos
preconcebidos.
En lo referente al anuncio del Evangelio, me siento satisfecho
al manifestar mi comunión con la Iglesia. La señal
se dará junto a ti el próximo 13 de mayo en Lión,
así como en las diversas celebraciones en honor al Jubileo.
Fiel al testimonio de Jesús, recibe de nuevo mis saludos
fraternales.
Jacques GAILLOT
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