Retrospectiva
Un periodista vino a hacerme tres preguntas muy en consonancia con los tiempos. Podía habérselas planteado a cada una y cada uno de vosotros; porque estas preguntas nos invitan a repasar el pasado con vistas a iluminar el futuro.
En este fin de siglo ?Cual es el acontecimiento impactante que quiere recordar?
La caída del muro de Berlín: me estoy viendo todavía descubrir con estupor las imágenes conmovedoras del telediario. La caída del muro de Berlín es un acontecimiento considerable que propició el hundimiento del comunismo, el final de la guerra fría, la apertura de las fronteras... Las repercusiones de este acontecimiento se dejan sentir, todavía hoy, como las ondas provocadas por un seísmo, no cesan de golpear la orilla. Tal vez los historiadores digan un día que el siglo XXI comenzó con la caída del muro de Berlín sin esperar nuestro calendario. Porque hemos desembocado en un mundo nuevo, planetario, donde todo se mueve, y a toda velocidad.
En este fin de siglo ?Qué imagen conserva?
La imagen de aquel joven chino que tuvo la audacia increíble de desafiar los tanques en la plaza de Tienanmen. Salió de la multitud para detenerse ante el primer blindado. Un careo sorprendente. ¡Un hombrecito sin armas se enfrentaba a los cañones! Más extraordinario aún, osó trepar por la oruga y subió al tanque. Luego se asomó a la apertura para hablar unos segundos con el conductor. Momento inolvidable. Nuestro joven héroe intentaba establecer la comunicación. No sabemos lo que dijo, pero él sabía, seguramente, que en aquel carro había un ser humano, con un corazón latiendo, capaz de oír hablar de paz.
Tampoco sabemos quién es aquel joven chino ni lo que le ocurrió después. Pero, en la grandeza de su gesto, nos representa a todos con lo mejor que tenemos dentro. Nos representa con nuestras manos desnudas, nuestros sobresaltos de conciencia ante la injusticia, nuestras luchas no violentas ante la opresión.
?Cuál es su sueño para el próximo milenio?
El sueño de la fraternidad. Vivir juntos, sea cual sea nuestro país, nuestra etnia, nuestra creencia o el color de la piel. Que, en Jerusalén, israelíes y palestinos puedan convivir en igualdad de derechos. Sueño con ver esta fraternidad abarcando a todos los vivientes de la naturaleza. Porque somos habitantes de la tierra. Pertenecemos al cosmos. Fraternidad humana y fraternidad cósmica están ligadas. Y vosotros, ?Qué le contestaríais al periodista?
