EL PACS: un reto de la sociedad
El Pacto Civil de Solidaridad sigue suscitando pasiones y controversias por doquier. Este proyecto, constantemente modificado, es, en efecto, un auténtico reto para la sociedad. Consagra el pluralismo de las formas de vida privada. La unión entre dos personas ya no se reduce a la única institución del matrimonio. Ya no se confunde familia con matrimonio. En Francia, cerca de 5 millones de personas viven en parejas de no casados, 39% de los niños nacen fuera del matrimonio.
Tomando en cuenta esta situación, el PACS intenta traducir en términos de derecho una evolución de las costumbres. Introduce en la ley lo que ya vive un gran número de parejas.
?Se puede reconocer la unión libre, bien sea heterosexual u homosexual? ?dar cabida dentro del derecho a modos de vida de parejas que viven sin protección jurídica?
El PACS no arranca de principios. Es pragmático. Arranca de las situaciones vividas por mujeres y hombres para asegurar la igualdad de los derechos entre parejas. No debemos ver en ello ninguna amenaza para el matrimonio. No pretende sustituirlo o hacerle competencia.
Tal como se presenta, con sus límites y sus carencias, el PACS me parece un texto de progreso y de libertad, Cada uno, cada una debe poder entrar en plenitud de derechos en la casa común, y decidir de las modalidades de convivencia.
Otras generaciones lo llevarán más lejos. Sin esperar, conducirá a otra mirada sobre la sociedad y la familia. ?Cómo no estar a favor?
