Tres preguntas para Jacques Gaillot
 
El FMI denuncia una epidemia de revueltas del hambre en el mundo. A su parecer, la subida de los precios de las materias primas podría dejar a cientos de millones de personas sumidas en la miseria. ¿Es preciso, en su opinión, fijar de forma reglamentaria los precios de las materias a escala internacional?  
   
Desde luego. Las subidas vertiginosas de los productos de primera necesidad han provocado de inmediato revueltas en Haití y la caída del gobierno.  
   
manifestation en Haiti Transmito el clamor de los jesuitas que trabajan en Haití: 
« Millones de jóvenes invaden las calles para decir que ya no aguantan más. Exigen que los responsables políticos asuman su responsabilidad.
Millones de desempleados, pasando hambre, claman su cólera por las calles de Puerto Príncipe y de las ciudades de provincias.
Los padres y madres de familia pasan varios días sin poder alimentarse y están clamando su miseria en las manifestaciones en la calle.
 
   
Los niños, en los huesos, de las favelas y del campo claman cada día que no encuentran nada que comer y no tienen futuro. » 
rien à manger
 
   
Los jesuitas denuncian: « La irresponsabilidad de la comunidad internacional, en especial de los países llamados amigos de Haití, de las instituciones internacionales, que no cumplieron su promesa para con Haití, asisten cínicamente a la bajada a los infiernos de la sociedad haitiana. »  
   
¿Opina Usted que haya que boicotear los Juegos Olímpicos de Pekín?  
   
No. Los Juegos son una fiesta con dimensión planetaria. Necesitamos que haya fiesta y comunión. Confiemos en los atletas que encontrarán los medias par manifestar su solidaridad con el Tibet y defender los derechos humanos. Está bien que los jefes de Estado decidan de no ir a la ceremonia de apertura si nada cambia mientras tanto.
fête planétaire
 
   
¿Qué piensa Usted de la amenaza de dimisión del Dalai Lama si las violencias no cesan en el Tibet?  
   
Dalai Lama El Dalai Lama se enfrenta con una nueva generación de tibetanos que denuncian sus compromisos. Él adoptó una línea moderada, reclamando la autonomía del Tibet y no su independencia. Transcurrieron 49 años desde la sublevación de Lhassa y nada ha cambiado desde entonces. El Dalai Lama reconoce su impotencia y está pensando en dimitir. Me parece bien que lo haya dicho. Sería un error que lo hiciera.
 
   
Declaraciones recogidas por Olivier Galzi