Carta de Jacques Gaillot del Febrero de 2003

   
Hacer la paz
   
 

Partenia

Cartas

Cuaderno

Biblia

retrospectiva

Archivo

Historia

Ediucuón especial

LInk

E-mail

 

Hacer la paz   pacificier 
 
manifestation Manifestándome una vez más en las calles de París contra la guerra en Irak, estaba impresionado por la multitud. Era numerosa y determinada, marchando dos horas en medio del frío y reclamando incansablemente la paz. 
 
Esta multitud en medio de la que iba, me inspiró unas reflexiones.
Estar en paz para poder dar la paz

Hacer la paz consigo mismo, dejarse pacificar, encontrar la paz del corazón, es un paso esencial. Pues también la violencia está con nosotros. Nos habita.
 
Pero ¡qué bendición encontrar personas habitadas por la paz! Uno se siente bien con ellas. Su presencia nos hace felices: no estamos hechos para estar constantemente inquietos y vivir en la agitación. Su vida tiene una dimensión de profundidad: podemos osar ser nosotros mismos y ser auténticos en nuestra humanidad.   être en paix
 
Su combate nos dice que la paz está hecha para ser compartida, como el pan. Por eso abren sus manos y su corazón para que los demás se beneficien.

La paz es también nuestra tarea

Se entrega en nuestras manos. Nos concierne a todos. Esto es lo que ocurre magníficamente hoy al manifestarse en Estados Unidos, en Japon, en los países árabes y en casi todos los países de Europa para decir no a la guerra en Irak. Esta mobilización de opiniones públicas manifiesta que no hay una fatalidad y que todo no está escrito de antemano. En el momento en que escribo estas líneas, no se si la guerra tendrá lugar, pero estoy seguro que esta formidable protesta de los pueblos no quedará sin efecto.

Se trabaja por la paz cada vez que se reduce la desconfianza en el seno de una familia, de una comunidad, de un barrio, entre el suburbio y el centro, entre dos pueblos.
 
réconciliation La reconciliación entre Alemania y Francia hace cuarenta años, es un hermoso ejemplo de esta reducción de la desconfianza entre dos pueblos. El restablecimiento de la confianza es una condición para la paz. 

La paz da miedo

représailles Esta expresión puede parecer extraña. La escuché por primera vez en la boca de un palestino. Este amigo me hizo comprender que era más fácil hacer la guerra que hacer la paz.  
 
La violencia es rápida como el relámpago. Se desencadena de inmediato. Pero las represalias y los atentados no resuelven nada. La zanja de la incomprensión y del odio se hace más y más profunda. Mientras que la paz tarda en llegar. Supone cambiar de manera de pensar y de actuar.
 
La paz reclama justicia, aplicación del derecho, respeto de las resoluciones de la ONU.  ONU
 
Reconciliarse con un hermano enemigo no es algo fácil. ¡Es realmente más fácil combatirlo! Salir al encuentro de los que no se parecen a uno es más difícil que quedarse en su rincón para no tener problemas. Sí, la paz da miedo porque es un combate que nos moviliza sin tardar.