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- No a la guerra
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Una guerra preventiva no deja de ser una guerra. Se sabe cuando
empieza. No se sabe nunca cuando se terminará. Esto es
cierto para Afganistán donde la guerra civil dista mucha
de haber finalizado, de Chechenia donde en ejército ruso
está empantanado, y especialmente en Oriente medio donde
nadie sabe ya lo que hay que hacer para detener el conflicto. |
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- Una intervención militar masiva en Irak será
el signo de una regresión de la humanidad con su ciclo
de violencia, de sufrimiento y de odio. Los pueblos nada van
a ganar pero tienen todas las de perder.. Todos aquellos que
creen en una resolución política de los conflictos
internacionales serán desacreditados.
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¿Cómo se pude justificar lo que causa tantas
y tan profundas heridas a la familia humana? Mediante esta sencilla
afirmación: cualquier intervención militar está
justificada en cuanto los intereses económicos o militares
de los Estados Unidos estén en juego. Hoy Irak se encuentra
en el centro de la diana. Mañana le tocará a otro
país. |
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- En un mismo tiempo, Francia da a conocer su nuevo proyecto
de ley de programación militar: un fuerte aumento del
presupuesto con un amplio surtido de nuevos armamentos entre
los cuales destaca un porta aeronaves. Otras tantas partidas
que no irán a educación, a cultura o a salud. Seguridad
obliga. No se puede pagar a la vez el precio de la guerra y el
precio de la paz.
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- ¡La nuestra es una cultura de la guerra y dista
mucha de ser una cultura de la paz!
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- Afortunadamente, se alzan muchas voces para denunciar
esos escándalos e ilusiones. La paz también es
asunto nuestro. Está en nuestras manos.
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