El terror de los atentados
En pleno centro de Moscú, un atentado se cobró
ocho muertos y un centenar de heridos. En España, doce
atentados hansido cometidos en lo que va del año. Esta
violencia ciega crea un clima de miedo e inseguridad.
En Rusia , se piensa, evidentemente, en la pista chechena. El
presidente Putin declaró " llegar hasta el final
con lo que hacemos en Chechenia " puesto que "
no hay otro medio para luchar contra unos terroristas, vamos
a matarlos en sus madrigueras ". Hace un año,
Putin ya había hecho comentarios semejantes a estos. Pero
la represión nada arregló. Los terroristas siguen
ahí. Es de temer, lamentablemente, que se vayan a cometer
más atentados.
En España, el jefe del gobierno José María
Aznar, mantiene su postura de firmeza frente a los terroristas
: " Hay que luchar más que nunca ".
Pero este discurso amordazado no detuvo los atentados y todo
el mundo vive pensando con miedo en los siguientes.
Condeno con toda evidencia estos actos de barbarie que sólo
pueden volverse contra los que los cometen. No se prepara el
futuro recurriendo a métodos tales.. Pero frente a esta
violencia ciega, condenar ya no basta. La indignación
tampoco. En cuanto a la represión, no pone fin a la violencia.
¡Todo lo contrario
¿Qué haremos para salir de este ciclo infernal
? La experiencia demuestra que siempre es por el camino de la
negociación política.
En España hubo una tregua de ETA y un inicio de negociación.
Esta oportunidad no fue aprovechada. Fracasó y volvieron
los atentados. La intransigencia de Madrid y la deriva de ETA
sólo pueden llevar al enfrentamiento.
Me alegro al ver que en Córcega. Tras años de
violencia, se consiguió dialogar para preparar el futuro.
Las negociaciones de Israel con Palestina prosiguen contra viento
y marea. Por fin, pudimos ver a los últimos presos irlandeses
salir de la cárcel de Belfort. ¡Se ha vuelto una
página dolorosa del pasado !
La negociación es un paso forzoso. Más vale
no verse obligado a ella perdiendo tiempo, para evitar inmensos
estragos. Porque una sola vida vale más que nada. |