Los incordios de la huelga
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La televisión había anunciado que la huelga
de transportes se terminaba. Al día siguiente, todo debía
volver a su cauce. Nada de eso ocurrió.... |
Tomo un metro que se queda en el andén. Una voz
repite la consigna: "Debido a movimientos sociales... ".
el metro acabó saliendo. Se inmovilizó en Gare
du Nord. Busco un tren para ir al aeropuerto. El en andén
una multitud inmensa espera un tren que no llega ¡Imposible
que semejante multitud pueda caber en un tren, por muy grande
que sea! El tren por fin llega. El conductor avisa: "Es
imposible salir si las puertas no están cerradas".
En vano.
Estamos amontonados. Es mucho el calor. Falta el aire.
Un joven, muy pálido, se desmaya. Conseguimos sentarlo
gracias a alguien que le cede su sitio.
Admiro la paciencia de la gente. Sufren en silencio. |
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Unos hablan por teléfono, otros leen. Al cabo de
media hora, anuncian que tenemos que cambiar de andén
y tomar otro tren. Otra vez a correr y la avalancha.
Llego al aeropuerto, ya me había convencido de que
el avión ya había salido. Pero el avión
también tenía retraso, mucho retraso. ¡Un
retraso que tuvo su lado positivo! |