Cuaderno de bitácora de Mazo de 2003

    Delante del Palacio Municipal  Soledad 
    Un catecismo con sabor a libertad
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Delante del Palacio Municipal

continuer de lutter Los sin papeles no han encajado la forma en que la policía les ha expulsado con modales brutales cuando ocupaban el gimnasio Japy. Se lo reprochan al alcalde, el cual declara "querer asumir sus responsabilidades".  

Por ello se congregaron delante del Palacio Municipal para manifestarse, airados. Un periodista me pregunta el motivo de la decisión del alcalde. Mi respuesta le provoca la sonrisa: "El alcalde de París actúa del mismo modo que el arzobispo de París: llama a la policía".

Un pasquín de los sin papeles se dirige al alcalde: "Si asumir sus responsabilidades consiste en firmar autorizaciones para el ministro de interior, ¡ desde ahora ya puede hacerse con una buena provisión de bolígrafos!!". En la muchedumbre, me encuentro a Ahmed, joven militante que admiro por su valentía en la defensa de los derechos humanos. Tiene una larga cicatriz que le desfigura el rostro. Le pregunto: "¿Qué te han hecho?". "Esta mañana, en la manifestación, un policía me dio un porrazo". "Después de haber estado en la cárcel de Estrasburgo, sigues luchando".

"Si tiro la toalla, le daré la razón a la policía que quiere hacerme callar. Yo sigo en la lucha". Mientras haya jóvenes como Ahmed, estará viva la esperanza de un mundo más justo y fraterno.  vérité et justice

     

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Soledad

le cri - E. Munch La conferencia se terminaba por un descanso. La gente iba saliendo por el gran hall y yo asistía a un extraño espectáculo: muchos se precipitaban para hablar por el móvil, intentando aislarse para comunicar ávidamente. Se me ocurrió esta reflexión: sabemos comunicar con la gente que no está pero no aprovechamos la oportunidad para hablar con la gente que sí está. Cada uno se queda dentro de su red. 

Me voy a visitar a Laurent, un africano que está ingresado desde hace casi dos meses en un pabellón psiquiátrico. Un pabellón donde todo está cerrado. Las ventanas no se abren. Estos lugares me parecen siniestros. Pero Laurent nunca se queja. Tiene fuerzas para sonreír. Y, sin embargo, está lejos de su país, de su familia. Recibe muy pocas visitas. Por el pasillo, veo a los pacientes que van y vienen con miradas ausentes. Cada cual está en su universo y no se encuentran unos a otros. Soledad de aquellos que se codean sin comunicar.

Soledad que me describe esta mujer en Internet: "la gente herida se refugia en el desierto de su casa; eso es lo que me ocurre a mí desde hace casi ocho años... perdí la fuerza que tenía dentro de mí y mi alegría de vivir. Ya no vivo sino que sobrevivo. estoy en el desierto. Por ello, es usted mi obispo."

   

 

     
   

Un catecismo
con sabor a libertad 
exprimer la foi 

Durante más de tres años, reuniéndonos casi mensualmente, hemos hallado un gran interés y hemos disfrutado mucho intentando repensar y expresar para el día de hoy la fe que habíamos recibido. Éramos tres: una mujer y dos hombres. La aventura nos parecía hermosa. Y, sin embargo, no es tan sencillo expresar la propia fe con las palabras y la cultura de hoy.

Comment croire? Las preguntas de los internautas nos provocaban a realizar esta labor: "ya no puedo creer como antes. Ya no acepto repetir fórmulas prefabricadas que ya no significan nada par mí ¿cómo creer?". 

Maurice Zundel, teólogo y místico decía: "Hablar de Dios hoy en el lenguaje de los primeros siglos, es condenarse a no ser comprendido y exponer a Dios al peligro de aparecer como un mito digno de ser relegado a un museo de antigüedades".

Nos ha parecido útil editar en un libro lo que habíamos publicado cada mes en la página Web. Tuvimos que retomar los textos, introducirlos, trabajarlos nuevamente, introducirlos y organizarlos.

Le estamos poniendo los últimos flecos. Es una realización imperfecta, inacabada, pero que puede impulsar el deseo de otros cristianos para hacer otro tanto. No serán defraudados. 

parler de Dieu