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- Tres preguntas para
Jacques Gaillot
Partenia, 10 años ya para
vd. predicando en una diócesis virtual
¿Qué
balance hace?
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El 13 de enero de 1996, escribía
en mi primera carta en el portal de Partenia:
"estar en Internet es primero
un sueño para mí. El sueño de un niño
que camina por una playa y mira el océano. Se siente solo
y débil ante la inmensidad del océano. Y de pronto crece en él el deseo de entrar
en diálogo con todos los pueblos de la tierra que habitan
en otras orillas. |
Estar en Internet es también una aventura. Una hermosa
aventura que se me presenta. Me arriesgo a dejarme coger por
todos aquellos y aquellas cuyo rostro no conozco.
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Partenia evoca esas tierras desconocidas
y lejanas.
Partenia abre un espacio de libertad en el que la gente se puede
reunir y hablar como en las plazas públicas".
Durante 10 años, el portal ha podido existir. Se ha desarrollado,
transformado, traducido en 7 lenguas, gracias a voluntarios admirables. |
¿Qué balance hacer?
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El de un mundo que se construye atravesando
fronteras: fronteras nacionales, culturales, espirituales, funcionales
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Si se hace la opción por la diversidad,
se recibe el céntuplo. |
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Las jerarquías se difuminan entre
los seres humanos. La distancia disminuye entre los que deciden
y los que ejecutan. |
Durante estos diez años,
¿cómo calificaría sus relaciones con la
institución (la Iglesia)? ¿Le parece que sus relaciones
con Roma están en vías de mejorar?...
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Por parte de Roma, el asunto Gaillot
es un asunto archivado. Las fuerzas del olvido están actuando
y las relaciones son poco más que inexistentes. La "meteorología"
romana no prevé mejorías. |
Por parte de los obispos franceses, ha habido una mejora en el
año 2000 con la intervención del Presidente de
la Conferencia. Pero no tuvo continuidad. Cada vez que Juan Pablo
II vino a Francia, fui invitado. El cardenal de Lyón me
requirió para predicar un retiro a los sacerdotes de su
diócesis. excepto estas excepciones, no he tenido la ocasión
de volver a encontrarme con los obispos. Mi vida está
en otra parte. En este aspecto, la "meteorología"
no anuncia ningún cambio.
En otro siglo, Partenia era una
diócesis
del desierto
¿ Desearía
proseguir así o le gustaría que su jerarquía
le propusiera volver a una diócesis en Francia?
Partenia no tiene fronteras. Esta poblada
de mujeres y hombres marcados por la exclusión, que viven
en los márgenes de la sociedad. A mí me han empujado
fuera de los muros de la institución por estar con esta
gente. Con ellos, camino en aguas profundas. Es mi camino. No
habría podido encontrarlo y acogerlos sin la intervención
de mi Iglesia. Mi corazón está colmado. |
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Palabras recogidas por Olivier Galzi
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