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Hiroshima
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El 6 de agosto pasado, 60 años
después del horror de la primera bomba soltada sobre Hiroshima,
los militantes des desarme nuclear, llegados desde distintas
regiones de Francia, se congregaron delante del monumento de
la Paz que se yergue frente a la Escuela Militar de París.
Me alegré de poder reunirme con ellos por la mañana.
En el monumento figura inscrita la palabra "Paz" en
diferentes lenguas. En el pasado, Théodore Monod no faltaba
nunca a estas citas del 6 de agosto para manifestar su oposición
al arma nuclear. "La preparación de un crimen
es un crimen" gustaba de repetir. |
¡60 años después, no podemos olvidar esta
catástrofe sin precedente, ni el inmenso sufrimiento de
las decenas de miles de personas irradiadas! La primera bomba
atómica del 6 de agosto de 1945 llevó a la humanidad
a la era nuclear. Se franqueó el umbral. Hay un antes
y un después de Hiroshima.
Desde entonces, asistimos impotentes a la proliferación
nuclear, con bombas mucho más potentes y diversificadas
que las que lanzaron en Japón. Tenemos cientos de miles
de toneladas de residuos nucleares peligrosísimos de los
que ya no sabemos qué hacer. ¿Podremos limpiar
nuestro planeta de todo su arsenal nuclear? ¿Seremos suficientemente
valientes para salir de lo nuclear antes de que sea demasiado
tarde? ¿Qué planeta les vamos a dejar a los que
vengan después de nosotros?
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Preguntas estivales
En una semana, me sorprendo de los mensajes recibidos.
Un bombardeo. Unos suizos me piden que vaya a bendecir su boda
el año próximo, un joven religioso español
tiene mucho interés en que le ordene de sacerdote, una
mujer soltera desea que bautice a la niña pequeña
africana que ha podido adoptar, un sacerdote belga me pide que
confirme a los jóvenes de su parroquia, un hombre mayor
insiste para que sea yo quien celebre su funeral cuando llegue
la hora
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Se consideran, sin complejos, de la diócesis de Partenia.
Para ellos las fronteras se borran. |
Pero siempre expresan un deseo importante: que su acto, cargado
de experiencia humana y espiritual, sea respetado y se le tenga
en cuenta.
Algunos de ellos ya no tienen lazos habituales con la Iglesia.
Aun estando en el atrio, son conscientes de estar viviendo un
acontecimiento que les compromete a algo y da sentido a su vida. |
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Los encuentro disponibles para contactar en su zona con
los responsables de Iglesia a quienes no conocen.
Allí donde haya un deseo, hay un camino. Un camino que
hace nacer la novedad. |
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Conductor de autobús
Durante este mes de agosto, no hay multitudes en las calles
de París. Disfruto saliendo a pie por la mañana,
cuando el sol es soportable. Mientras me dirijo a la parada para
tomar el autobús, me sorprende verlo llegar, ¿me
dará tiempo? Me echo a correr sin muchas esperanzas de
lograr mi hazaña.
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Pero el autobús se quedaba en la parada, como si yo
fuera esperado. Sin aliento, doy las gracias al joven conductor. |
"Soy yo quien se alegra de que esté usted aquí"
me replica sonriendo.
"Me reconozco en sus luchas. El ser humano es lo que importa.
Yo me peleo para que no privaticen los transportes. Es un
servicio público que ha de seguir siéndolo. Si
privatizan los transportes, la salud, la educación, nos
convertiremos en mercancías; eso va a crear desigualdades".
De pie junto a él, asentía. |
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Luego el conductor me confesó: "no soy creyente"
"Recientemente, me enteré de que habían ordenado
sacerdote a una mujer. Me parece que está bien. ¿Por
qué no ser tolerante y abierto?"
"Gracias a usted por ser abierto" le dije. "Tengo
que bajarme. Este encuentro va a iluminar mi jornada".
"a mí también. Hasta otra vez" |