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Tres preguntas para… Jacques Gaillot
     

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Tres preguntas para… Jacques Gaillot

El drama de la Nueva Orleáns mostró al mundo un rostro de los Estados Unidos que muchos desconocían: miseria, pobreza, desorganización ¿Esas imágenes le han sorprendido?
 
drame de la New Orleans Cuando miraba esas imágenes de desolación en la televisión, tenía la impresión de que eso estaba ocurriendo en otros países y no en Estados Unidos. Descubría una América inusual: la de las clases pobres, los negros. 
 
Cuando se produjeron los atentados del 11 de septiembre, todos eran iguales ante la muerte. Con el Katrina, los blancos tenían más oportunidades para salvarse que los negros.
El país más poderoso del mundo reveló su ineficiencia para hacer frente al drama. Puede coordinar la ayuda humanitaria en el otro extremo del mundo, pero se mostró desamparado en la Nueva Orleáns. ¡El hecho de que Estados Unidos haya acabado por aceptar la ayuda internacional es significativo! Katrina supo dar un rostro a los 37 millones de americanos que viven en la pobreza. Es un mensaje poderoso dirigido a los responsables del país.
 
Los Estados Unidos, justo ahora, acaban de anunciar la fecha de su regreso a la luna ¿A usted le parece que es una forma de agarrarse al mito glorioso de la todopoderosa América? ¿Los 104 mil millones de dólares que costará la misión le parecen bien empleados?
 
Mientras la Nueva Orleáns todavía está bajo las aguas, me parece poco oportuno ese anuncio de prestigio que yo siento como un insulto a la miseria. Mostrarle al pueblo americano y al mundo que los Estados Unidos todavía son capaces de hazañas es una manera de desviar nuestra atención del drama de los pobres.
 
Siempre encuentran dinero para ir al espacio o para hacer la guerra. Pero no lo hay cuando se trata de construir casas, escuelas y hospitales… sin hablar de implantar seguros de enfermedad para todo el mundo. 

les pauvres

 
Usted sale de una prueba judicial en la que se le ha acusado de ligereza por haber nombrado (con conocimiento de causa) a un cura pedófilo en una parroquia de su ex diócesis. Al término del juicio, usted pidió perdón y reconoció su error ¿qué enseñanzas saca de esta experiencia?
 
Primero, la importancia de un juicio. Permite que la justicia arroje o intente arrojar la luz sobre las situaciones difíciles. Es importante para todo el mundo.

proteger Existe hoy una gran sensibilidad con todo lo que tiene que ver con la pedofilia. La sociedad nos ha ayudado a dar preferencia a los niños, a los jóvenes. A ellos es a quien hemos de proteger y no antes a los adultos. 

Hace 20 años o casi, era otra época. Corrían otros tiempos. Cuando un responsable de Québec me dio su acuerdo para acoger a uno de sus curas, yo no sabía que era pedófilo. Me enteré mucho más tarde. Hoy la ley del silencio ya no rige en la Iglesia. Hoy la práctica es otra. Y me alegro.
Palabras recogidas por Olivier Galzi