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- Antisemitismo
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La plaga del antisemitismo había desfigurado gravemente
Francia durante la segunda guerra mundial. Poco a poco se había
ido cerrando a lo largo de los años y las cicatrices recordaban
de forma útil el drama de la Shoah. |
Sin embargo, he aquí que el mal que creíamos para
siempre erradicado reaparece. Con estupor, descubrimos que la
llaga vuelve a abrirse. Se multiplican los actos de antisemitismo:
cementerios profanados, sinagogas incendiadas, rabinos agredidos.
Un joven judío de 17 años que estudiaba en una
escuela talmúdica fue gravemente herido con un cuchillo.
El agresor que le asestó la puñalada le gritó
según parece: "Allah Akbar", "Dios es grande". |
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- Cierto es que el conflicto israelí-palestino encuentra
prolongaciones en nuestro país. La violencia se exportó
a nuestro país. Pero ello no nos dispensa de protestar
y actuar. Cuando empiezan a agredir a los judíos se enciende
una luz roja.
Atacar a los judíos es atacar a los ciudadanos que somos
todos, es decir, a nuestros derechos y a nuestras libertades.
Significa negar la convivencia. ¿Cómo se puede
construir Europa si renace el antisemitismo?
"El futuro no se construye con el odio" dijo con razón
el Presidente de Francia con motivo de las conmemoraciones del
60º aniversario del desembarco.
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Francia y Alemania lograron reconciliarse después de
siglos de guerras con sus incontables víctimas. |
Los actos de antisemitismo que se han producido estos últimos
tiempos no han movilizado mucho al público y la voz de
los musulmanes de Francia tampoco se ha dejado oír mucho.
Ahora bien, el antisemitismo no es una opinión, es un
delito.
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