En Túnez, con los resistentes - He estado 4 días en Túnez, acompañado de Rachid representante de la Unión de Jóvenes Magrebí es de Francia.
n el aeropuerto de ciudad de Túnez, me alegró ser acogido por Hamma Hammami. ¡Su mujer, abogada, me había hablado tanto de él! Un momento de emoción. Por primera vez, estoy con este hombre que vine a defender a Túnez cuando estaba encarcelado. Recuerdo su libro "le chemin de la dignité", que describe sus treinta años de lucha, las estancias en la cárcel, las torturas que padeció, su vida de clandestino. - EAntes de volver a enviarlo a la cárcel, Hamma había declarado: "Nada nos causa miedo, ni los juicios inicuos, ni la cárcel, ni la tortura, ni los malos tratos". Este resistente está ahí delante de mí y me lleva a su casa para hospedarme con su familia.
- También me alegro mucho al encontrarme con el juez Mokhtar Yahyaoui, el tío de Zouhair a quien vine a defender y que todavía está en la cárcel. Mokhtar me invita a comer en su casa. Admiro su valentía y la libertad de este juez que osó, en una carta abierta, denunciar las presiones inadmisibles del Poder y la imposibilidad de ejercer la justicia. Ya era demasiado. se convirtió en el juez rebelde. Sin embargo, nada le predisponía a dar este golpe. No era militante de derechos humanos ni tampoco militante político, fue una sorpresa. Pero su conciencia le impulsaba al deber imperativo de hablar. De inmediato fue sancionado y amenazado. ¡Decir la verdad tiene un alto precio!
- Voy a almorzar a casa de la familia de Zouhair. Sus padres, sus hermanos y hermanas me hablan de él con cariño. Esperan su liberación ¿tal vez para la fiesta mayor del Aid que está próxima a celebrarse? ¿Cómo celebrar una fiesta si aquél a quien amas está en la cárcel?
La rueda de prensa es una ocasión para tomar la palabra y apoyar a Zouhair, también para todos los presos políticos. Los militantes han venido en número, incluso desde el sur de Túnez. 
- Estoy impresionado al hablar delante de hombres que vuelven de la gran prueba, o sea, de la cárcel y de la clandestinidad. Hombres que se han liberado del miedo y ahora son libres.
- Zouhair, que no era un militante asociativo, ni tampoco militante político, entró por voluntad propia en la resistencia, abriendo en Internet una brecha para la libertad de expresión que permita respirar al pueblo tunecino. Se convirtió en un símbolo para la juventud. Una impresionante red de solidaridad se constituyó a su alrededor para que no estuviera solo. ¡El régimen de Ben Ali tiene por lo menos la ventaja de provocar una toma de conciencia de los derechos humanos!
Zouhair también es el símbolo de las familias castigadas. El Régimen no se conforma con aislar a los presos. Aísla a las familias, les amenaza y busca romper sus lazos. - ¿Y qué futuro tiene un Régimen que descansa sobre el miedo? Cuando la gente tiene miedo, se les puede exigir cualquier cosa. Pero cuando un número creciente de personas ya no soportan la injusticia y empiezan a hablar, se abre el futuro y la esperanza.
