- Túnez: un país
bajo vigilancia
- Los acontecimientos del 11 de septiembre le resultaron provechosos al Presidente Ben Ali, que declaró la guerra a los terroristas. Una ganga de la que se sirvió para modificar la constitución y hacerse reelegir presidente, con poderes reforzados. Todo el mundo sabe que el referéndum es una mascarada. La oposición está amordazada. El miedo se ha convertido en la razón de ser de un sistema. Cuanto más miedo tengan las personas más se les puede exigir.
Un pueblo enamorado de la libertad se ha convertido en un pueblo vigilado y amordazado. La represión alcanza a todos. Las instituciones están al servicio del poder. Hay en Túnez un terrorismo de Estado. - ¿Cómo no rechazar que les responsables políticos franceses sostengan y animen al Presidente Ben Ali?
Participo en una conferencia de prensa con ocasión de la publicación del libro: "Túnez, el libro negro", en la que Reporteros sin Fronteras ha reunido un conjunto de documentos que son abrumadores para el régimen. 
- Un libro muy útil para los turistas que aprecian las hermosas playas, la fina arena, el mar, el sol, las palmeras…de Túnez; aprenderán a conocer el sufrimiento de los tunecinos.
Tengo la alegría de encontrar a Radhia Nasraoui, una mujer que admiro mucho por su coraje y su determinación. Es abogada y perseguida por el régimen. Su marido, Hamma Hammani es un dirigente de la oposición encarcelado sobre el que pesa una dura condena. En este momento, está llevando a cabo una huelga de hambre. Instado por Radhia, iré a Túnez, con una delegación, para defender a su marido y reclamar una amnistía general para todas las víctimas de la represión política en Túnez.
También estaba allí Taoufik Ben Brik, periodista y poeta cuya huelga de hambre ha tenido impactado tremendo. Estoy muy contento de volver a verle. Es un rebelde que nadie consigue hacer callar.
Pienso también en un ausente: Mokhtar Yahyaoui, un magistrado querido por todos y que ha osado denunciar el avasallamiento de la justicia en su país. A pesar de todas las presiones que han podido ejercer sobre él y su familia, no se ha doblegado. Ha sido revocado. Me acuerdo de haberle telefoneado a su móvil para felicitarle y decirle que era el honor de su país. Moktar me respondió: "me conmueven sus palabras".
Mientras que hombres y mujeres se levanten para resistir la injusticia y el miedo, podremos tener esperanza.
