Carta de Jacques Gaillot del Mayo de 2002

   
La humillación de un pueblo 
   
 

Partenia

Cartas

Cuaderno

Biblia

retrospectiva

Archivo

Historia

Ediucuón especial

LInk

E-mail

 

drapeaux  La humillación de un pueblo 
 
barbelé 
Con la matanza del campo de refugiados de Jenín, descubrimos horrorizados: ¡las casas destruidas por las bombas, las calles destrozadas por los carros de combate, los heridos descuidados, los cadáveres que no se pueden enterrar, hombres que humillan ante las cámaras! Los hospitales ya no funcionan, las ambulancias no pueden circular, a médicos sin fronteras les impiden llegar hasta allí. ¡Qué locura asesina! ¡Qué barbarie! Ahora sí sabemos que lo peor puede pasar.
 
Librando guerra que sume en la desesperación a un pueblo y lo traumatiza, Israel se descalifica ante la opinión mundial.  guerre
 
Se destruye a sí mismo deseando la destrucción de un pueblo. Sus gobernantes habrán de rendir cuentas algún día.
 
En represalias, una chica dio su vida para sembrar la muerte en Israel, ¡cuando ella estaba destinada a dar la vida! ¡Qué tristeza! Esos atentados suicidas son absolutamente condenables. Nunca son justificables y no le hacen ningún favor a la causa palestina. Salvo error por mi parte, nunca he oído a las autoridades del Islam denunciar estos atentados suicidas.
 
La violencia que padecen los palestinos penetró en Francia y se volvió contra los judíos: actos malvados, destrucciones, profanaciones. La reprobación de unos actos de esta índole es, afortunadamente, unánime.
 
El drama que se desarrolla en Oriente Medio no deja a los pueblos insensibles. Las poblaciones del mundo árabe se han movilizado en masa par apoyar al pueblo palestino. Tanto en Francia como en varios países europeos, las manifestaciones han sido impresionantes.
 
¿Cómo lograr que cese la violencia y llevar a Oriente Medio una paz duradera? La solución no es militar, está en la negociación política. La condición primera es la retirada inmediata del ejército israelí de los Territorio ocupados.
 
destruction  La fuente de la violencia es la guerra contra el pueblo palestino. Es la ocupación que se hizo insoportable. 
Si esta violencia cesa, las otras formas de violencia cesarán.
La seguridad del pueblo de Israel no está en sus carros y helicópteros de combate. Sólo se podrá fundamentar en la amistad del pueblo palestino. El camino será largo y difícil pero no es un callejón sin salida.
 
Nadie podrá matar el futuro del pueblo palestino. Tiene por costumbre resistir, como resisten los doscientos palestinos en la Basílica de la Natividad, que por ello se vuelve sagrada. 
barbelé