|
|
- Adorar en espíritu
y verdad
- La mujer (una samaritana) le dijo a Jesús :
" Señor, veo que eres un profeta
Nuestros padres
adoraron en esta montaña y vosotros (los judíos)
decís que es en Jerusalén donde hay que adorar
". Jesús le dijo : " Créeme mujer, que
llega la hora en que, ni en este monte ni en Jerusalén
adorareis al Padre [
] Llega la hora -ya estamos en ella-
en que los adoradores verdaderos adorarán al Padre en
espíritu y verdad, porque así quiere el Padre que
sean los que lo adoren . Dios es espíritu, y los que lo
adoran, deben adorar en espíritu y verdad " (Juan
4,19-25).
-
|
En la conversación de Jesús con la samaritana
cerca del pozo de Jacob, teológicamente muy rica, las
frases destacadas en la cita anterior, vale la pena que nos detengamos
un poco. |
-
- Esta mujer ve en Jesús una persona excepcional
y un profeta, y aprovecha para plantear las cuestiones que le
preocupan : " ¿Dónde debemos adorar a Dios
? " Como todos nosotros, ella está a la búsqueda
de unos puntos de referencia y no quiere equivocarse. ¿Dónde
está Dios? ¿Dónde lo podemos encontrar para
adorarlo? ¿En Jerusalén o en el monte Garizim ?
Jesús desplaza completamente la pregunta. Pone de espaldas
los puntos de referencia judíos y samaritanos; no se puede
atar a Dios a un lugar, él es de otra naturaleza, de una
naturaleza espiritual.
-
|
A lo largo de sus enseñanzas, Jesús nos dice
donde está Dios. En el rostro del prójimo es donde
lo debemos ver. |
-
- Es allí donde lo podemos adorar en espíritu
y verdad, de manera auténtica. Dios no se encuentra en
un lugar, pero toma la figura de aquél o aquélla
que necesita de mí, que pone en mí su esperanza.
Estas nuevas referencias nos liberan de un vínculo demasiado
estrecho entre un espacio y Dios, que congelaría a éste
en una forma abstracta , intemporal, inmutable ; por tanto, esta
referencia no es fácil de discernir e interpretar.
Se atribuyen hoy a una falta de punto de referencia muchos males
que afectan a la sociedad, comenzando por la juventud : violencia,
droga, suicidio
¿Pero de qué referencias
se trata ? Las imposiciones que vienen de fuera, unidas a una
sanción, ya no se siguen. El miedo al policía o
la culpabilización no pueden funcionar más que
durante un tiempo.
-
Las normas que se imponían por ellas mismas como naturales,
son puestas en tela de juicio; no respetan suficientemente la
evolución cultural de las sociedades y de los individuos
y la pluralidad de los comportamientos ¿Cómo tomar
una opción acertada ? |
|
-
- Uno se siente tentado a ir a buscar sus puntos de referencia
en el pasado, donde las figuras de Dios o de la autoridad parecen
mejor establecidas. Pero no se puede trasponer a hoy lo que funcionó
ayer. De una sociedad estable y simple, hemos pasado a un mundo
móvil y complejo. Esto es desestabilizante, pero al mismo
tiempo, ¡qué apertura! El camino no está
marcado, sino que se ha hecho posible una opción auténtica,
" en verdad ". La referencia suprema es ahora : "Amaos
los unos a los otros, como yo os he amado". Es la transposición
evangélica de la prohibición : " No matarás
", que estructura toda sociedad. ¿Por ello está
todo claro? El bien del otro no siempre es fácil de discernir.
Las discusiones éticas (eutanasia, aborto, clonación,
inmigración, economía, preservación del
planeta...) muestran que la elección es difícil.
El bien y el mal, lo humano y lo inhumano no se distinguen de
manera simplista. Están muy entreverados, quizás
de forma inextricable. Los puntos de referencia para escoger
en los problemas complejos donde intervienen diversos factores,
no están dados de una vez por todas y legitimados por
una autoridad superior; deben plantearse en cada caso de manera
provisional. Es su pertinencia un campo de aplicación,
en una época y una cultura dada lo que fundamenta su validez.
¿Nos permiten avanzar? ¿Nos abren al futuro? ¿Nos
hacen felices?
|
La inestabilidad, la precariedad, la flexibilidad y el cuestionamiento
permanente forman parte de nuestro mundo postmoderno. Se trata
de permanecer en equilibrio sobre este océano movedizo,
de hundirse tal vez, pero no ser engullidos. |
-
- La fe comienza allí donde ya no hay referencias,
donde ya no hay camino, pide avanzar aún, saltar cerrando
los ojos sin saber si habrá tierra firme para pisar y,
probablemente, no la habrá. Tal vez, fugazmente, habremos
experimentado que, incluso sin tierra firme bajo nuestros pies,
no caíamos. Es la luz en la mirada del otro, el reflejo
de la luz de Dios, lo que nos guiará seguros.
|