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- Las bodas de Caná
- Jesús fue invitado a unas bodas y se tomó
el tiempo para divertirse. Vemos difícilmente a Juan el
Bautista, el asceta, el hombre del desierto, aceptar este tipo
de invitaciones. Pero el hombre de Nazaret no rechaza mezclarse
con la gente para hacer fiesta. No necesita violentarse. Le gusta
mezclarse en la alegría de las bodas.
¡El ambiente debía ser bastante excepcional para
que los invitados se hayan bebido todo el vino previsto para
la fiesta! ¿Habéis participado en una boda donde
haya faltado el vino? En general, se prevé más
del necesario. Es mejor no caer en el ridículo de ver
que no queda más.
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¡En Caná, los invitados se lo han bebido todo!
¡Y la fiesta no ha terminado! ¿Si falta el vino,
no va a faltar también la alegría?
En esta situación de escasez, interviene la madre de Jesús.
Se da cuenta de lo que ocurre. No piensa: "los invitados
ya han bebido suficiente" o "eso no tiene que ver conmigo".
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- María siente la necesidad de dar cuenta de esta
carencia a su hijo: "No tienen vino". Pone de manifiesto
su atención bondadosa con los comensales. No es una petición.
La respuesta que le da Jesús deja entrever que la intervención
de su madre le provoca una profunda inquietud, tal vez angustia:
"¿Mujer, qué me quieres? Mi hora todavía
no ha llegado".
Jesús se siente provocado. Las palabras de su madre hallan
en él un profundo eco. Se conmueve. Se resiste. ¿Será
ahora, durante la boda, cuando ha de comenzar su vida pública?
Inaugurar su ministerio profético?
Nos ocurre, en la vida ordinaria, que nos sentimos provocados,
de forma totalmente inesperada, por una palabra que nos conmueve
en profundidad. Se trata de nosotros y ahora hemos de hacer una
opción. Nos resistimos, temiendo un cambio de vida.
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María comprende que la hora de su hijo ha llegado.
No está preocupada. Ahora, en esta boda , es cuando un
nuevo nacimiento ha de producirse. Nuevamente da a luz a Jesús,
iniciándolo en sus primeros pasos en su vida pública. |
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- ¡Y ocurre durante una boda! ¡Y partiendo de
una carencia!
Jesús reconoce la señal que se le ha enviado
María se conforma con decirle a los criados: "Haced
lo que el os diga".
Jesús transforma el agua en vino. Inaugura los esponsales
del Reino. Una nueva vida empieza para él. |
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"Manifestó su gloria y sus discípulos creyeron
en él".
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