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La Sagrada Familia
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La festividad de la Sagrada Familia se celebra, en un ambiente
en plena armonía Navideña, con el relato de Jesús
hallado en el Templo. A simple vista, no es fácil ver
la relación entre este episodio de la sagrada familia
con nuestras familias hoy tan diversas, sobre todo cuando las
parejas están divorciadas o separadas. |
En el relato de Lucas, Jesús, en el transcurso de
su vida, acudió en tres ocasiones al Templo de Jerusalén.
Tres visitas que se iluminan unas a otras.
La primera se le impone al recién nacido por el rito
de la presentación. Como todo recién nacido, no
puede hablar. Simeón le toma en brazos. La profetisa Ana
habla por el niño. Su dependencia es total. |
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La segunda pone de manifiesto una evolución. Jesús
tiene doce años. Era un niño y deja de serlo. Algo
toca a su fin y comienza otra cosa. La peregrinación pascual
de la familia a Jerusalén va a transformar a aquél
que era considerado hasta ahora como un niño. Se le ve
hablando con autoridad y dar muestras de libertad. Suscita la
admiración a su alrededor. Es en el Templo donde San Lucas
nos hace escuchar sus primeras palabras.
En la tercera visita, Jesús se encuentra en plena posesión
de sus medios. Enseña cada día en el Templo. El
pueblo bebe sus palabras.
En cada una de estas visitas, la contradicción va
en aumento. En la presentación de Jesús en el Templo,
Simeón anunció que será signo de contradicción.
Durante la peregrinación anual, María y José
no entendieron las palabras de su hijo. En la última Pascua,
los adversarios de Jesús estaban más decididos
que nunca a matarlo. Cuanto más habla más crece
la oposición.
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Así pues, Jesús se quedó en el templo,
sin avisar, mientras sus padres le buscan angustiados.
Le encontrarán al tercer día, como lo harán
por Pascua los discípulos de Jesús, tras la angustia
de los días de la Pasión. |
¿Qué significa el silencio de Jesús
con sus padres? "Hijo ¿Por qué nos has hecho
esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando"
Este grito delata mucho sufrimiento.
Hasta ese momento Jesús y sus padres eran todos uno. Hoy
se escapa. Se quiebra la armonía. Llega la incomprensión.
Él responde a la pregunta de su madre con otra pregunta
"¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais
que debía estar en la casa de mi padre?
Jesús les reprocha a sus padres que le busquen en los
lugares en que no estaba ni debía estar. Su lugar es el
Templo, la casa de su Padre. Jesús no habla de sí
mismo más que refiriéndose a su Padre. Tal vez
sea en el Templo donde toma conciencia por primera vez de su
misión.
Con doce años, Jesús no ha terminado de crecer
en humanidad y de comprender su misión. Pero no se queda
en el Templo. Se marcha con sus padres y se les somete.
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El episodio del Templo proyecta una luz sobre las relaciones
padres-hijos. Nuestros hijos no son nuestros hijos. Nos se nos
parecen. Han de encontrar su camino que no es el nuestro. Un
día, se escaparán. |
Llegará la incomprensión y la angustia para
los padres. Y éstos vivirán la dolorosa experiencia
de perderlos para recuperarlos de otro modo. Una ruptura para
un crecimiento de vida siempre posible. |