La Biblia a libro abierto
Mayo de 2003 

la bible 

   
De pie en su casa
   

Partenia

Cartas

Cuaderno

La Biblia

Retrospectiva

Archivo

Historia

Edición especial

Link

E-mail

 

De pie en su casa
Marcos 2, 1-12: la curación del paralítico

 

La curación del paralítico se sitúa en Cafarnaúm. El propio nombre de este pueblo es todo un programa de salvación. En hebreo "Kefar Nahum" significa la aldea de Nahum y Nahum es "el consolado". Jesús estableció su vivienda en la aldea del consolado.  guérison du paralytique

En Kefar Nahum, la escena transcurre en casa de Jesús que, en realidad, es la casa de Pedro y Andrés. El texto también menciona otra casa, la del paralítico: "Vete a tu casa". El camino tal vez fuera corto entre la casa de Jesús y la del paralítico. Pero, ¡vaya con el itinerario! De éste podemos destacar unos cuantos aspectos:

Un camino de sorpresa

chemin de surprise Hasta aquel día, el paralítico sólo experimentó el inmovilismo y la dependencia.  

La gran fe de sus camilleros debe afrontar un camino desconcertante: la puerta de la casa estaba taponada por el exceso de personas venidas a escuchar a Jesús, tienen que imaginar otro acceso, por el tejado, con el riesgo de que se les caiga el desafortunado... La situación da como un vuelco radical mostrando una nueva manera de acudir a Dios. Un tullido tumbado en su casa ve sobre todo el techo: cuando le suplica a Dios para que le cure, lo hace un poco al estilo de Isaías: "¡ Ojalá rasgaras los cielos, ojalá bajaras!" Pero el Altísimo se convirtió en el "bajísimo"; no está en las alturas sino bajo el tejado, en la casa de los humanos, y allí es donde hemos que reunirnos con él, rasgando nosotros mismos el techo, símbolo de las fronteras y de las cerrazones que ponemos entre él y nosotros.
¡Qué sorpresa en el momento de acogerle! el paralítico tal vez esperase una palabra de Jesús que le pusiera en pie y he aquí que escucha: "¡Tus pecados son perdonados!" Venía para una curación inmediata y termina por entender que quizá haya otras cosas más urgentes.

Un camino de dignidad

chemin de dignité Jesús no señala al paralítico ante la muchedumbre como un pecador público, un delito in fraganti, causa de humillación ante todos. Para perdonarle a alguien sin herirle públicamente, a Jesús no se le ocurre mejor oportunidad que este hombre sin gesto y sin voz que evoca la inocencia de un niño. Jesús se lo da a entender diciéndole familiarmente "Mi bebé" (en griego, "Tecknon", el niño muy pequeño). 

Un camino para la verdad

chemin de vérité A pesar de todo, el paralítico no puede escapar a su condición de adulto y Jesús lo lleva por un camino de verdad. Si es pecador, esto significa que no es un ser infrahumano; interiormente es capaz de decirle "no" a alguien, incluso a Dios. 

Con ello, Jesús le recuerda a la multitud que el pecado no es ante todo un gesto o una infracción externa: "de dentro, del corazón de los hombres, salen las intenciones malas" (Marcos 7, 21), y estas intenciones pueden darse perfectamente en un hombre inmovilizado.
Para el paralítico, el despertar de la conciencia es el primer paso hacia el levantarse. Y el perdón de Jesús le comunica que Dios le ama como a un verdadero hijo de la humanidad. Por consiguiente, le dice : "¡levántate! ¡toma tu camilla!" delante de todos para poner manifiesto de donde vienes.

Un camino para la libertad

chemin de liberté Última consigna: "vete a tu casa". El hombre que se ha levantado es reenviado hacia sí mismo, a su vida diaria, su nuevo caminar que ha de inventar, por un camino de libertad.  

Su casa será desde aquel momento la de un hombre en pie, cuerpo y alma. Su oración cantará al Jesús de Cafarnaúm, que visita y consuela a su pueblo.