Cuaderno de bitácora de Noviembre 1999 |
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Ordenaciones La catedral de Amiens vivió sus horas de gloria. La multitud inmensa contribuía más aún a la belleza del edificio bañado por el sol. En medio de los anchos pilares que asaltan la bóveda, los ordenandos me parecían frágiles y desposeídos. La liturgia desplegaba sus ritos con sencillez y profundidad. La imposición de las manos por todos los sacerdotes presentes fue impresionante. La asamblea entendía con emoción de que modo se convertían en sacerdotes. Miro a Daniel, un amigo presentado por los medios de comunicación como periodista y psi. Doy gracias por el don del Espíritu que hace de él un sacerdote. Es un comienzo. Daniel despertará libertades. Su palabra encontrará eco en muchos. Abrirá caminos nuevos y pondrá luz en las miradas. !Pero la libertad da miedo y sale muy cara! En el tribunal Armand tomaba un vuelo para Bamako, Mali. En este vuelo, severamente custodiado por cuatro policías, iba un joven sin papeles: Moussa. Gracias a Armand los pasajeros del vuelo se organizaron y decidieron negarse a esta expulsión que les parecía injusta. Armand le pidió al comandante de a bordo que hiciera bajar a Moussa, lo cual estaba en su poder, y que rehusara esta expulsión en su vuelo. El comandante se negó en redondo y mandó requerir a la fuerza pública para bajar a Armand del aparato. La movilización de los pasajeros lo impidió. En cuanto a Moussa, que ya había padecido dos meses de cárcel por negarse a embarcar, sufrió entonces presiones por parte de los policías: le amenazaron con la cárcel y con golpearlo si bajaba del avión. Luego, le ataron por los pies. A pesar de los esfuerzos de Armand y de los pasajeros, el vuelo salió con una hora de retraso y con Moussa a su bordo. A su regreso a París, Armand fue detenido en el aeropuerto y puesto bajo vigilancia durante 17 horas. Fue citado en el Tribunal de Bobigny, acusado de haber interrumpido la circulación aérea, provocando una hora de retraso en el despegue al oponerse a una expulsión de un sin papeles. Armand y su abogado pidieron mi intervención como testigo en el Tribunal. Yo acepto. Me cuenta Armand: "Sé que no he respetado las leyes de mi país oponiéndome a esta expulsión. Pero respeté algo más importante: el deseo de justicia y de la igualdad de derechos. Es el deber de todos nosotros conseguir que las leyes discriminatorias francesas sean abolidas y que se concedan derechos a todos, franceses e inmigrantes... Eso es lo que he hecho en el avión, y eso es lo que seguiré haciendo. Tal vez sea ilegal pero de cualquier modo es justo". La causa queda vista para sentencia. Ferney-Voltaire Un pastor protestante me ha invitado al Círculo Condorcet de Ferney. Me sentía afortunado por estar en esos lugares que Voltaire eligió para morada de sus últimos años. Con él, Ferney se convirtió en lugar de paso para una elite que afluía de toda Europa. Desde este castillo fue donde tanto escribió en defensa de los derechos humanos y denunció el escandaloso asunto Calas. Jean Calas, de confesión protestante, fue torturado y ejecutado, acusado injustamente de haber matado a su hijo para impedirle convertirse al catolicismo. El pastor protestante quiso presentarme en su casa a unas cuantas personalidades de Ginebra, sirviéndonos un "buffet" típico. Para la ocasión contrató a un joven camarero par poder estar sólo pendiente de sus invitados. Se llamaba Joseph. Se mantenía en pie y cercano. En cuanto se vaciaban vasos o platos, se disponía inmediatamente a llenarlos.
En el país de los grandes espacios Volví a Quebec en la época del otoño en que los árboles se visten con sus más hermosos ropajes. Este festival de colores me cautiva. Me espera un programa apretado: encuentros, celebraciones, charlas, radio, televisión... Me quedo con tres momentos fuertes. La cárcel de mujeres: tomando un café, pronto se anuda el diálogo, porque aprecian al que viene de fuera, trayendo aires nuevos. Estas mujeres son jóvenes, sufren por causa de la soledad y me enseñan con emoción las fotos de sus hijos. La separación de su familia es una prueba dura. La cárcel, por muy acondicionada que esté, sigue siendo un lugar de privación de libertades. Encuentro con los católicos de la parroquia de San Pablo: están en contacto con los heridos de la vida. No sólo me cuentan lo que hacen sino también cuánto les ha tansformado su contacto. Me lleno de admiración al escucharles. Una mujer que atiende a personas de psiquiatría nos dijo: "Me han enseñado a ser auténtica, a descubrir mis fragilidades y mis límites, me han revelado el amor incondicional de Dios". Un foro en Joliette sobre las edades de la vida: Foro de tres días con un auditorio muy participativo. Mi intervención trata de la vejez. La esperanza de vida aumentó. Es una victoria. Pero no basta con añadir, sin más, años a la vida, se trata sobre todo de añadir vida a los años. La esperanza de vida se conquistó en detrimento del sentido. ?De qué sirve añadir años a la vida si ya no hay sentido que añadir a la vida? | |
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Partenia en cifras, año 1998
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