En el país cátaro
Unos cristianos han tomado la iniciativa para invitarme a un encuentro con ellos para escuchar, compartir y celebrar. Me siento feliz al encontrarme en estas tierras tan cargadas de historia y de resistencia a los poderes externos. Muy pronto, descubro que estos cristianos han padecido a la Iglesia. Aunque han tomado distancias con respecto a ella, nunca la han dejado. Este sufrimiento les dio una madurez espiritual que me alegra interiormente. Su fe en Cristo se ha personalizado y profundizado. Se saben llamados a la libertad. El mensaje evangélico les da deseos de ser ellos mismos. Jesús se convirtió en fermento de humanidad para su vida. Su palabra, acogida como una simiente, ha tomado cuerpo en ellos poco a poco.
Doy gracias a Dios por esta germinación. La Iglesia vive las dificultades y las alegrías de un nacimiento. Gracias a estos cristianos, la Iglesia vuelve a ser lo que es: llamada a la libertad, simiente de vida, fermento de humanidad.
Savar el valle de Aspe
Es una maravilla descubrir este valle en el corazón del Pirineo occidental. Es un lugar de vida extraordinario. La naturaleza allí conservó, hasta hoy, todos sus derechos. Tras diez años de lucha, acudí a la concentración de la última oportunidad para que el valle no se transforme en corredor para camiones con la construcción de un eje de autopista internacional. Después del drama del túnel del Mont-Blanc, soplan vientos nuevos. Muchos piden que se restablezca cuanto antes la línea de ferrocarril interrumpida desde hace treinta años por el lado francés. Pero la economía sigue mandando. Lo que cuenta, aquí y en otras partes, es la rentabilidad. ?Mandarán una vez más los ejecutivos en nombre de la sacro santa economía?
Me llama la atención la afluencia de jóvenes llegados de todas partes porque se sienten interpelados por esta lucha que simboliza tan bien este fin de siglo.
Formamos una gran cadena humana que se extiende a lo largo de varios kilómetros, en el corazón del valle, en el mismo emplazamiento de los terrenos, comprados en copropiedad por más de tres mil personas de Francia y del extranjero para cerrarle el paso a la autopista.
!Yo ya no recordaba que era también copropietario! !Qué agradable sorpresa!