Cuaderno de bitácora de octubre de 2005

    Mal alojados Fiesta de la Humanité
    En el ministerio de Interior Retiro para curas
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Mal alojados

 
mal-logés Unos incendios han dejado muertos en el corazón de París. Se trata de edificios vetustos e insalubres donde vivían familias de inmigrantes. Fui a visitar a las familias cuyos niños habían muerto. Están resentidas pero siguen dignas. Les había conocido por primera vez en 1991 cuando acampaban en el descampado del Quai de la Gare donde hoy se ubica la biblioteca François Mitterrand. Por aquellas fechas les habían prometido realojarlas. 

14 años después, siguen esperando. Comparto el resentimiento de estas familias. No existe la fatalidad. Los edificios vacíos y en buen estado no faltan en París, pero los prefectos no quieren aplicar la ley de requisa.
La ley contra la exclusión obliga a los alcaldes a tener 20% de viviendas sociales en sus municipios. Pero muchos se niegan a aplicar esta ley.
En cuanto a los arrendadores sociales, privatizan y rentabilizan su parque inmobiliario.

En estas fechas de comienzos de curso, el ministro de Interior decidió mandar evacuar a las familias de los edificios vetustos e insalubres. Esto se hizo al alba. 

évacuer les familles


Fui a ver a los africanos de un edificio en instancias de ser evacuado. Subí al 4º piso para encontrarme con Abdoulaye, un malinés de 32 años.
Las familias tienen miedo y duermen con los ojos abiertos, esperando a la policía. Los hatillos están preparados porque habrá que marcharse rápido. Han guardado el resto a buen recaudo, en casa de unos amigos.
Abdoulaye está en Francia desde hace 5 años. No tiene papeles pero sí trabajo. Cuando se marchó de Malí, dejó a su mujer y a su hijo de 8 meses. No les ha vuelto a ver desde entonces y su mujer acaba de dejarle. Ya no duerme aquí porque la policía podría detenerle y devolverle a su país.
Abdoulaye también conserva su dignidad. Sabe que Dios no le abandonará.
     
   

Fiesta de la Humanité

Como cada año, me gusta ir a la gran concentración organizada por el partido comunista francés en la región de París. Viene gente de toda Francia y la fiesta dura tres días. 

Fête de l'Humanité

Hay debates sobre temas de actualidad, puestos de información, la aldea de los libros, las veladas musicales, sin olvidar los productos de la tierra que siempre tienen tanto éxito.
Llego en metro y autobús, invadidos por la juventud. Imposible equivocarse: todos vamos al mismo sitio.
Esta concentración popular tiene algo único que no he visto en otra parte. Entre esta multitud en medio de la que camino, no hay jerarquía entre las gentes. Cada uno está a la misma altura que el otro. Los títulos, las funciones, las responsabilidades se borran ante los seres humanos que se encuentran en pie de igualdad. Las relaciones de dominación ya no tienen cabida ¡Esto es tan infrecuente en la vida diaria!

avec les gens Me siento feliz saludando a la gente. No suelo conocerla, pero son felices dándome la mano.
Llevo una pulsera de papel en la muñeca que me da acceso a la fiesta para tres días.
No podré venir el último día que es un domingo. En el momento de dejar ese lugar, un joven negro me pregunta si puedo darle mi pulsera. Le acerco la muñeca para que me desate la pulsera: "Es un honor para mí que te pertenezca".
 

   

 

     
   

En el ministerio de Interior

La coordinadora nacional de los sin papeles me pidió que les acompañase para reunirnos con el Director de gabinete del Ministro. Fuimos 7 personas.

hautement sécurisé La primera dificultad de la delegación es poder entrar en este ministerio con alta vigilancia ya que algunos no tienen papeles. Los policías son categóricos: sin documento de identidad no se entra. 

Las mujeres africanas echan mano del sentido del humor: "No hagan esperar al Director de gabinete, nos está esperando". Se emprenden las negociaciones por teléfono y llegan a buen fin.
Uno de nosotros presentó un memorando sobre las situaciones dramáticas, injustas e intolerables que viven los sin papeles en su vida cotidiana.
Hay niños escolarizados que son detenidos en las escuelas porque no tienen papeles. Esto provocó una tal conmoción en la comunidad escolar que se han constituido comités de apoyo en el acto.
Se tomaron iniciativas para que los niños sin papeles pudiesen comer en los comedores escolares. Así se aseguraron de que tuvieran a lo menos una comida caliente al día.
También está el caso de los enfermos. ¿Qué persona sin papeles enferma, expulsada, tiene medios financieros para ir a curarse a su país de origen, y aun si las estructuras existen?
El Director de gabinete escuchó con atención, preguntó, pidió aclaraciones.
Pareció sorprendido cuando le dije que desde hace 10 años no hemos vivido un comienzo del curso tan dramático para los sin papeles.

   

 

     
   

Retiro para curas

El cardenal de Lyón me había pedido que dar un retiro para unos curas de su diócesis. ¡Difícil decirle que no a un cardenal!

Abbaye d'Aiguebelle Transcurrió en la Abadía de Aiguebelle cuya hospedería podía acoger a 35 participantes. Asistíamos de buena gana a los oficios de los trapenses, excepto en las vigilias de la noche. 

Por la mañana, en la hermosa iglesia románica, tenía lugar la celebración. Pronuncié la homilía, y, en el transcurso de la jornada, intervine en dos ocasiones.
Cuando supe que el retiro se haría en Aiguebelle, pensé inmediatamente en los monjes de Tiberina. El Padre Abad y su comunidad están vinculados desde hace mucho tiempo con el ámbito del Islam.
La acogida de los monjes fue maravillosa. El Padre Abad ha despertado nuestro interés compartiendo lo que esperaba de una presencia monástica en tierras musulmanas.
El cardenal habló una noche con los curas. Estilo sencillo y directo. Muchos proyectos.

service de l'Evangile Fue un regalo para mí pasar 5 días con curas cargados de experiencia humana y espiritual, en un clima fraternal.
Una vez más, comprobé que la vida al servicio del Evangelio es una aventura que moldea el corazón de los que se comprometen por él.