ediciones especiales para el 1 de enero de 2005

    1995 - 2005: diez años al servicio de los «sin»
  son en francés: chasque y esccuche Jacques Gaillot 
   

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1995 - 2005: diez años al servicio de los «sin»

Hace diez años te convocaron a Roma ¿Qué recuerdo conservas del encuentro que tuviste en el Vaticano?

vatican Asistí a un proceso sin abogado y a una sanción sin apelación. En media hora todo estaba concluido. La ida y vuelta Evreux-Roma en el tren de la noche no me sirvió más que para oír esta sentencia:«Mañana le será retirado su cargo de Evreux. Al mediodía». 

No me esperaba esto. Un escándalo. Yo tenía un sentimiento de injusticia. Una injusticia que afectaría a mucha gente. Al revocarme a mí, otras personas que yo se sentirían sancionados.
Entonces me dije: «El mañana está por hacer. Comienza una segunda vida para ti. ¡No hay un instante que perder!».

Desde tu vuelta a Francia, millares de personas se han movilizado para apoyarte. ¿Qué recuerdo tienes de esas manifestaciones, de tu última Misa episcopal en Evreux?

Recuerdo en primer lugar un obispado ocupado. Volviendo de Roma, tenía prisa por llegar a Evreux. Pero por vez primera no conseguía entrar en el obispado: estaba invadido. Había gente en todas las estancias. Desde que había oído la noticia por los medios de comunicación, la gente tuvo el reflejo de acudir masivamente al obispado.

milliers personnes


dernière Messe Luego, sobre todo, la última Misa en la Catedral, forma parte para mí de los grandes momentos de Evreux. El más bello Pentecostés de mi vida. Dentro y fuera estaban mezclados. Había no creyentes dentro y creyentes fuera. Las fronteras se habían esfumado. Todo un pueblo se había alzado y tomaba la palabra. 

En el 2000, Mons. Billé, presidente de la Conferencia Episcopal de Francia, había recordado que tú eras un "hermano entre los obispos de Francia". En 2005, ¿qué mensaje fraterno desearías dirigir a tus hermanos obispos?

No me permitiré dirigir un mensaje a los obispos. Comparto de buena gana mi experiencia.
Mi mirada no está fija en la Institución, pero la Iglesia católica es mi familia.
 

Eglise est ma famille 
 
Cuando se parte del mundo de la exclusión, todo se puede transformar en la Iglesia. La evolución del mundo es una oportunidad para volver al Evangelio, descubrir otras maneras de vivir, recobrar el sentido de la creación, ser capaz de algo nuevo. « ¡A vino nuevo, odres nuevos! »

Desde hace diez años, Partenia ha llegado a ser un movimiento al servicio de los "sin". ¿Cual es la palabra de Jesús que te guía cada día, en esta misión de obispo?

«Lo que habéis hecho al más pequeño de los míos, me lo habéis hecho a mí». Es una palabra que llevo dentro.
 

avec les exclus 

Solidarizándose con los excluidos que la sociedad no cesa de fabricar, uno no puede hacer otra cosa que comprometerse por los caminos de la justicia y de la paz. No se edifica el futuro sobre la injusticia. La Iglesia nunca es ella misma sin los pobres.