Cuaderno de bitácora de enero de 2004

    Apoyo a Radia Nasraoui  Primera piedra 
    Intentando lo imposible El exorcista
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Apoyo a Radia Nasraoui

Radia Nasraoui El estado de salud de Radia está muy deteriorado. 

Su huelga del hambre se ha iniciado el 15 de octubre de 2003 para poner fin a los diferentes tipos de acosos, intimidaciones y humillaciones que padece, junto con su familia, infligidos por parte del régimen antidemocrático en Túnez.

En varias ocasiones, su oficina fue destrozada y expoliada por la policía y los expedientes de sus clientes han sido embargados por los servicios de informes generales. Ella reivindica su derecho a una vida digna y a ejercer libremente su oficio de abogada.
El comité para la defensa de los derechos humanos en Túnez se ha reunido en París con abogados que vinieron a propósito desde Ciudad de Túnez. Alertamos a los medios informativos, escribimos una carta a Jacques Chirac que va a realizar un viaje de Estado a Túnez
Radia es una mujer valiente a la que admiro mucho. Cuando voy a Túnez, me espera en el aeropuerto. Una vez, delante de la cárcel, un policía me puso la mano encima, ella montó en cólera contra él. Así es Radia. No teme a nadie.

Supo llamar exitosamente la atención de la opinión pública y del gobierno de su país. Celebramos que haya detenido su huelga del hambre. 

librement

     

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Primera piedra

Aquel domingo por la mañana, en las afueras de París, la comunidad musulmana y gentes del barrio se habían congregado en una gran nave para asistir a la colocación de la primera piedra del Centro Cultural.

salle de prière Desde hace 10 años, una asociación está peleando por conseguir una sala de oración y un lugar de reunión y de formación. Por fin se han superado todos los obstáculos y hoy nace la esperanza. 

Si todo sale bien, dentro de un año, para el próximo ramadán, el Centro estará terminado. Habla el Alcalde, luego el Imán. Me pasan la palabra. "Con vosotros, me encuentro en familia ¿Cómo no alegrarnos pensando en todos y todas los que vendrán a este centro? Su mirada será renovada. Su corazón será ensanchado. Su inteligencia se construirá ¿Y cómo dejar soñar ese viejo sueño que tantos hombres y mujeres han soñado a través de los siglos? Es el sueño de la igualdad entre los seres humanos. ¡Tantos hombres y mujeres han luchado, padecido y dado su vida para construir un mundo más fraterno!
Ojalá este lugar de paz nos lleve por los caminos del encuentro y del diálogo."
Las familias habían preparado pasteles y bebidas. Qué bien estábamos juntos.

   

 

     
   

Intentando lo imposible

Los locales de la asociación parecían bien estrechos para recibir a los jóvenes sin papeles: afganos, iraníes, Kurdos, argelinos... pero era la hora en que llegaba la sopa y los bocadillos que daba el Ayuntamiento de París. 

sans logis

Me abrí paso hasta una habitación pequeña llena hasta reventar. Un afgano estaba juntando tímidamente unas cuantas palabras de francés para presentar su solicitud ante el responsable sentado tras su escritorio. Había conseguido hospedarse durante 7 días en hotelito. Ahora se terminó. No sabe a donde se irá esta noche. El responsable contesta irritado "Ya te lo he dicho. No queda sitio. Es inútil que insistas. Has disfrutado de tus siete días. Ahora les toca a otros." Viendo que la noche se nos había venido encima y que el frío era intenso, intervine: " ¡Sólo te queda obrar un milagro! Cuando ya no se puede hacer nada más, hay que intentar hacer lo imposible". Todo el mundo se echó a reír. El joven afgano sabía que había encontrado a un aliado en mí y se animó. Pero el responsable se puso terco: "Todos los días igual. A ver si se enteran de una vez de que no podemos hacer lo que queremos. Nos obligan a no sobrepasar el número de habitaciones que se ha fijado."

jeune afghan Y con éstas, se levantó, se fue a ver a Murad que ocupó su lugar. Murad anunció que iba a llamar por teléfono al director de un hogar juvenil.
Nuestro joven afgano seguía la maniobra con atención. De pronto su rostro se iluminó: había una habitación para él. Era feliz y todos con él. Hubo milagro.
 

   

 

     
   

El exorcista

Un día es un día: me han invitado a casa del exorcista de París. El exorcista no está solo. Trabaja con un equipo de 10 personas: hombres y mujeres experimentados, acostumbrados a escuchar, formados para discernir. Una mujer es médica.
Tengo la suerte de participar en su mañana de trabajo. Como cada semana, se reúnen para compartir las dificultades, averiguar lo que impide vivir, estar atentos a las liberaciones que se están operando.
Me llama la atención el realismo de sus palabras. Este grupo tiene los pies en el suelo.

Mucha gente acude a verlos. Cuando llaman a su puerta comienza un camino de curación. Van a tomar distancias con lo que están viviendo. 

frapper à la porte

¡Hermosa tarea la de quitarle las vendas a una persona para que pueda seguir su camino!
Después de este encuentro, presido la eucaristía y comparto la comida.