Conferencia en Viena
Estos cuatro días en Austria me han permitido tomar
la palabra a menudo delante de auditorios variados, incluso delante
de estudiantes de bachillerato.
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Pero la primera charla en Viena me emocionó de una
forma especial ya que yo me dirigía a trabajadores sociales
que creen en el Evangelio. |
Me habían pedido que les hablara sobre: "compromiso
político y bienaventuranzas".
El auditorio me impresionó por su riqueza humana
y espiritual: su compromiso con los excluidos, su lucha contra
la injusticia, su fe en Cristo. Estas mujeres y hombres habían
experimentado el fracaso y el desaliento pero no estaban solos.
Formaban parte de una organización con mucha experiencia.
Se hallaba delante de mí un hombre que vivía con
refugiados del Kosovo en una casa de acogida. Su rostro reflejaba
misericordia.
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Un auditorio de oro. Porque la palabra podía juntarse
con la experiencia e iluminarla. |
Los participantes ya vivían lo que yo les contaba
o, más bien, se reconocían en mis palabras. Y ocurrió
algo totalmente infrecuente, ¡me dejé llevar y he
estado hablando durante más de hora y media! |