En Nigeria
Desde Uagadugu (Burkina Faso), me traslado en coche hasta
Niamey, la capital de Nigeria. La distancia es de 530 Km. Los
nigerianos que me acompañan tienen tiempo de sobra para
hablarme de su país. Nigeria cuenta 11 millones de habitantes
y de ellos sólo 20.000 son católicos. Más
del 70% de la población tiene menos de 25 años.
¡La tasa de escolarización no pasa del 35 %! Nigeria
es casi el último país del mundo con respecto al
desarrollo humano.
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El Islam es omnipresente, con una influencia creciente de
los grupos musulmanes integristas, a menudo violentos. |
De momento, dejan tranquila a la Iglesia. Parece una hormiga
que camina sola. No apetece aplastarla ¡Es despreciable!
¿Y el SIDA? ¡Es difícil saber! No existe
ninguna estadística. Los musulmanes no quieren que se
diga que los países donde ellos son inmensamente mayoritarios
estén tan afectados como otros por esta enfermedad. Los
países cristianos depravados son los que más padecen
del SIDA, dicen.
La hambruna está presente en estado endémico
ya que las estaciones de las lluvias son malas. La miseria está
en todas las familias. Los dos tercios de familias disponen de
menos de un dólar al día.
La mayoría de los jóvenes no encuentran trabajo.
Los mejores quieren emigrar a Europa o a América del Norte. |
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No dicen "marcharse es morirse un poco" sino
"quedarse es morirse por completo".
Ante esta situación de miseria y de ignorancia,
me pregunto por qué no se da una explosión social,
una guerra civil. Siempre hay rumores de golpe de estado, de
motines y revueltas. Pero la religión musulmana da una
gran cohesión a la población. Enseña a practicar
la paciencia y la resistencia.
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Animé un retiro con trabajadores permanentes de Iglesia,
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con agentes de desarrollo, religiosos y religiosas, curas
y obispos. Vinieron 65 de todo Nigeria.
A pesar del calor que me agobiaba y de la lluvia que no
acababa de caer, sentí la alegría que me daba descubrir
una Iglesia cada vez más africana y nigeriana. Una Iglesia
que es una semilla creciendo, un fermento de humanidad. Es la
sal que da sabor. |