actualidad
 
Una encuesta pone de manifiesto el declive del catolicismo en Francia. Los católicos de Francia constituyen hoy una población envejecida, con una mayoría de mujeres. La orientación a la derecha del electorado católico se refuerza. ¿Le sorprenden los resultados de esta encuesta? ¿Cómo ve el futuro?  
   
No me sorprenden estos resultados. El declive se inició en los años 70. Prosigue con el descenso numérico y la pérdida de influencia de la Iglesia católica. Estamos en sociedades en proceso de secularización. Evitemos toda crispación identitaria y cualquier rechazo de la cultura ambiente. La relación fe-cultura está todavía por construir.  
   
La nueva situación invita a hacer brotar nuevas fuentes antes que acondicionar estructuras. En un mundo nuevo, en plena gestación, la Iglesia está llamada a ser un fermento. Es portadora de una dimensión de trascendencia y de dignidad humana que pueden iluminar de forma útil los grandes debates de sociedad.
être un ferment
 
   
El problema kurdo está otra vez al orden del día. Después de 25 años de conflicto, Ankara se aviene a negociar y el líder kurdo Abdulá Ocalan hace propuestas de paz. Usted que defendió a los kurdos con frecuencia ¿cómo reacciona ante estos hechos?  
   
reconnaitre l'autonomie Hay esperanza. Los 25 años de conflicto provocaron por ambas partes, 40.000 muertos, de los cuales 17.000 eran civiles. La represión contra los kurdos fue terrible. ¿Por qué han esperado tanto tiempo sabiendo que la solución militar no iba a poder funcionar? Deseo que las negociaciones puedan entablarse rápidamente entre Ankara y los kurdos para reconocer la identidad kurda, sus derechos políticos y culturales. Lo cual supone reconocer la autonomía de la región kurda, autorizar el uso de la lengua kurda y liberar a Abdulá Ocalan, encarcelado desde hace 10 años.
 
   
Los talibanes mantienen en jaque a los ejércitos occidentales. El régimen talibán cayó a finales de 2001 y desde entonces, la fuerza internacional no consiguió restablecer la paz y trabajar al desarrollo, tan esperado, del pueblo afgano. Usted es un « anti guerra », ¿Cómo ve esta guerra contra el terrorismo en Afganistán?  
   
Nunca he estado más esperanzado que ahora. La oposición al régimen de los mulahs no desfallece. Se amplifica y se organiza con una determinación y una valentía que me admiran. Se ha pasado una página. Ya nada volverá a ser como antes.  
   
En la actualidad, los talibanes pueden golpear en cualquier parte y cuando quieran. Incluso en el corazón de Kabul. En julio pasado, cuando 22 soldados británicos fueron asesinados, la mayoría de la población del Reino Unido estaba a favor de que sus soldados no se quedasen por más tiempo en Afganistán. Lo mismo ocurría en Francia. La opinión pública piensa que la guerra no es la solución y que no traerá la paz. Llevar refuerzos militares a Afganistán no resolverá nada.  
   
puissances étrangères Las potencias extranjeras nunca consiguieron cambiar un país por la fuerza. Opino, como muchos, que no estamos en Afganistán por el bien del pueblo sino debido a los intereses geopolíticos de la zona. Habrá que pasar una página difícil y para ello habrá que negociar.